domingo, 15 de abril de 2007

Osos

El otro día escuchaba al compagre decir la siguiente frase "primero existo y luego pienso". Esto en clara contraposición a aquella célebre frase de René Descartes: "Cogito ergo sum (Pienso, luego existo)".

Tal pareciera que al que suscribe esta bitácora de cuando en cuando le ocurren eventos que son "dignos" del Salón de la Vergüenza... o al menos del ridículo --tengo que distinguirme el mérito después de todo y prefiero desquitarme en el blog que pagar "x" pesos en ir a contárselo al psiquiatra cuando llegue a mi crisis de mediana edad--, como con aquella anécdota con el mantel. El mexicano (chilangos dixent), entre sus frases favoritas que utiliza cuando alguien comete alguna tontería pública se encuentra la celebrérrima: "¡Qué oso!"

Quizá el primero que cometí, o al menos del primero que recuerdo más vívidamente fue aquel cuando iba en segundo de preparatoria (bachillerato). En cierta ocasión me encontraba tirando canastas con mi amigo Jhon Key, quien solía llevar su guitarra varias veces por semana a la escuela. Ese día mientras jugábamos colocó su "lira" recargada junto a la base de la canasta de basketball.

Al cabo de un rato se acercó cierta niña con su cabello anaranjado y cara de muñeca, quién, por cierto, nos traía a varios de mis compañeros y a mi (bien sur!) con el corazón en pálpite. Y pues como buen adolescente en pleno uso de su testosterona y carencia de sensatez me propuse "impresionarla" con mis claramente escasas cualidades para el basket... especialmente para hacer un tiro de casi media cancha.

Imagine la escena: el balón de marca Wilson flotaba por los aires como en cámara lenta [OP. Inserte como música de fondo el tema central de la película Carros de Fuego (Chariots of Fire)], el tiempo parecía detenerse... la mirada de esta joven musa se desviaba lentamente para contemplar cabalmente la trayectoria de aquel ovoide que ostentaba los mismos colores que su cabello, cuando de pronto... [OP. quitar de súbito la música] la pelota comenzó a caer rápidamente a escasos centímetros del aro y se precipitó con toda la fuerza que la gravedad y el impulso le brindaban directamente hacia la guitarra del buen amigo.

Nuevamente pareció como si el tiempo se congelase y por una fracción de segundo pude ver las seis cuerdas del instrumento musical en fuga hacia distintas direcciones, así como el brazo y multitud de pequeños pedazos de madera, acompañados del tronido semejante al que generaba el personaje del Cabazorro (a.k.a Quickdraw Mc Graw - El Kabong) cuando golpeaba a los villanos en ese clásico dibujo animado de la década de los 60's [favor de dar click aquí para escuchar el referido sonido].

La cara de mi amigo estaba pálida cual hoja de papel (él es moreno) y seguramente pensaba "Mi guitarra...", mientras que un servidor se encontraba rojo como un tomate. Yo no se si en ese momento él quería llorar o golpearme; pero para tratar de resarcir el daño me dispuse junto con él a recoger los pedazos y a pegarlos rápidamente con Resistol 850.

Lo curioso fue que tras mi "oso" su lira obtuvo un sonido en su caja de resonancia mucho más profundo. Pero ese tiro fallido y el consiguiente guitarrazo pasaron a la postreridad.

-o-o-o-o-

El viernes pasado literalmente me fui a trabajar por instrumentos --what else is new?-- y justo antes de hacer mis primeros reportes telefónicos encontré que la engrapadora para grandes volúmenes de hojas se encontraba trabada. Como todas mis demás compañeras se encontraban más atareadas que yo, me dispuse a tratar de ver cómo liberar esa herramienta de su atasco.

Lo intenté con la tapa de un bolígrafo: no funcionó; con una navaja: tampoco; fue entonces que con las yemas de mis dos dedos índice levanté el brazo metálico de la engrapadora para tratar de ver mejor la forma en como esas delgadas láminas de metal se encontraban atoradas. Fue justo en ese preciso instante cuando... ¡zaz! se clavaron.

Instintivamente retiré mis manos, pero no sentí ningún dolor sino hasta que quise separarlas... y pues como no soy pero para nada expresivo --ajá--, ni quisquilloso --ibid--, todo el mundo se dio cuenta de que intentaba desengraparme. Me arme de desesperación y con los dientes jalé la lámina de metal hasta expulsarla. Imediatamente comenzaron a brotar varias gotas de sangre, mismas que inmediatamente me dispuse a limpiar.

El resto del día el dolor en ambos dedos me impidió desde apretar los botones del teléfono hasta tomar objetos como un lápiz; y como recuerdito de este nuevo "oso" tengo dos nuevos lunares; aunque que ya están desapareciendo, afortunadamente. El viernes parecían las extremidades de E.T. señalando a casa (E.T. come home).

Y en casa lo único que me dijeron fue "Es el colmo, como si no manejaras engrapadoras industriales desde niño"; "hay... sólo a ti te pasan este tipo de cosas", lo que me lleva a pensar que sí, quizá hay veces que yo también primero existo y luego pienso.

martes, 10 de abril de 2007

Praga (Praha)

De todos los viajes que la querida hemana a tenido, ninguno me había emocionado tanto como el que tuvo la semana pasada a la República Checa (Céska Republika).

Entre las razones por las que el suceso me tenía como chiquillo, aún a pesar de que yo no iría, se encuentran:

a) Que
Praha (Praga) fue la única gran urbe de Europa central que no fue arrasada durante la 2ª Guerra Mundial, por lo que conserva muchos edificios construidos, algunos, desde el siglo XXII. Hoy la ciudad es patrimonio mundial de la humanidad.

b) Fue la ciudad donde vivió Franz Kafka (De hecho hay un tour en la ciudad
ex professo para conocer las numerosas casas donde habitó este escritor de origen judío).

c) [Lo más importante, al menos para un servidor] Fue la ciudad que amó al gran Wolfgang Mozart.

Olvídense de Viena (
Wien), la otrora ciudad de la música, donde si bien fue el lugar en donde el genio de Salzburgo estrenó la mayoría de sus últimas obras y donde tuvo su última morada; fue en Praga donde recibió las mayores muestras de admiración y donde compuso y estrenó la ópera Don Giovanni, en el Teatro Nacional el 29 de octubre de 1787.

En este mismo teatro que tiene en su frente la siguiente insignia "
Patria et Musys" mi manita tuvo el privilegio de asistir a un concierto llamado Mozartíssimo donde la orquesta del mismo nombre y diversos cantantes interpretaron arias de Die Entführung aus Serail, La Nozze di Figaro, Die Zauberflöte y claro, Don Giovanni.

Mmmm... y aunque ella diga que le debo cerca de 1,200 coronas (como $400 m.n.), pues como yo no disfrute presencialmente ni del concierto ni de esa maravilla arquitectónica del teatro, sí le agradezco el detallaso de haberle tomado unas fotos a la escultura que se encuentra a la entrada del recinto.

Dicha obra escultórica de Anna Chromy está dedicada ni más ni menos que al Comendatore, aquel personaje que es asesinado por el mismo Don Giovanni, y quien regresa del inframundo para encarar a su verdugo en una de las más estremecedoras y lúgubres escenas de la historia de la ópera [Favor de ver el video que aparece a continuación].

Espero poder algún día visitar ese país de ensueño que es República Checa y caminar por las calles de su capital, Praha. Por lo pronto, habemus ya un par de imágenes-testimonial que ayudan, por añadidura, a promocionar este site.

Y de pasada, vean las fotos del viaje de mi sister aquí. Están geniales [Eso fue un comercial].


lunes, 9 de abril de 2007

Ah, les plagues de la Ville de Mexico!

"Vamos a la playa oh, oh, oh, oh, oh" recita el escribillo de aquella canción ochentera que el chilango promedio [el término correcto debiera ser defeño pero, what the heck, no se puede pelear siempre contra la costumbre] recuerda cada vez que se acercan las vacaciones de primavera o verano.

Hace algunos años (since 2003) la alcaldía de París desarrolló como atractivo un turístico más para la época de calor, la instalación de una playa artificial a lo largo del río Sena. La ocurrencia ha sido todo un éxito, pues cada verano lo han repetido desde entonces.

El pasado 30 de marzo nuestro honrable chef de gouverment, Marcelo Ebrard, anunció que para esta pasada Semana Santa se instalarían en distintos puntos de la ciudad de México cuatro playas artificales para "aliviar a los capitalinos del calor" y darle esparcimiento a todos aquellos chilangos menos afortunados que no pudimos dejar la ciudad.

Por supuesto que las comparaciones con las playas de la llamada "Ciudad Luz" no se hicieron esperar. Así que, para deleite de todos ustedes respetables lectores. Una pequeña muestra gráfica de ambos "balnearios". Las fotos nacionales fueron tomadas del Reforma.

Le Siene, Paris.

Villa Olímpica; Tlálpan, D.F.

Pasarelle Simon de Beuvoire, Paris

Deportivo Reynosa: Azcapotzalco, DF.

Villa Olímpica, Tlalpan, D.F.

Después de esto los capitalinos ya no podrán decir que tuvieron su "Acapulco en la azotea"; Ahora podrán cantar orgullosamente "vamos a la playa" cada que vayan a uno de estos orgullosos balnearios de economía emergente.

Mmm... me cae que ni Kafka.

O como dicen los gabachos: "Mexican curious"