Tecolota Yucateca
Así como los chinos son mundialmente famosos por comercializar toda clase de antojos montados en un palo (food on a stick); los mexicanos nos pintamos solos cuando se trata de montar un sin número de guisos ya sea en bases de masa de maíz (Cf. tlacoyos, sopes, tlayudas, tacos, quesadillas, huaraches, enchiladas, etc.) o bien, sobre panes, ya sean estos bolillos, teleras, birotes, o cualquiera de sus variantes, y que se convierten en las clásicas tortas.
¿No lo creen? Bueno, para prueba, al menos aquí en chilangolandia, son básicas las guajolotas, que no son otra cosa que una torta de tamal... y aunque parezca y sea una blasfemia para el estómago del comensal, son el desayuno salvador de miles de ajetreados y hambrientos capitalinos todos los días.
Por si ello fuera poco, hay una cadena de restaurantes propiedad del hombre más rico del mundo (Fortune Magazine, 2007) que tiene, entre sus pocos platillos decentes, los tecolotes: molletes con chilaquiles rojos y verdes.
El día de hoy, mientras desayunábamos mis compañeros y yo en la oficina, llevamos la maravillosa torta de chilaquiles un paso más adelante: le agregamos cochinita pibil [favor de agregar la cara Josef #365, es decir: mustia mea culpa], y no manchen... estaba soberbia [cósmica, intensa, extrema, chida o como quieran denominarle].
En fin, todo sea por festejar el cumpleaños del jefe... en su ausencia.
He aquí los ingredientes:
- Bolillos (teleras, birotes o cualquier otro pan de costra dura; por favor no lo intenten con focacchia, ni con pan de agua). Se deben partir por la mitad horizontal y tostarlos para mejores resultados.
- Frijoles refritos (hasta de lata). Deben untarse en el pan ya tostado.
- Chilaquiles rojos, verdes o mixtos (elaborados de antemano).
- Cochinita pibil (previamente preparada).
- Queso fresco (oaxaca, cotija, o en polvo).
- Añada crema o salsa de cebollas moradas con chile habanero al gusto.
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