El sábado por la mañana... de hecho después del medio día, recibí una llamada en casa justo mientras dormía.
De entrada pensé que era de la oficina con algún problema con la intranet, pero no; resultó que era un amigo ¿eras tú, Gabriel?, para decirme que no había podido entrar a mi
blog.
En ese estado de semiconciencia en el que le contesté, sólo recuerdo haberle dicho que escribiera bien, que seguramente lo había tecleado mal
[espero no haber sido muy cortante... I'm terribly sorry]. Sin más, volví a dormir.
Esa noche, mientras veía el partido de
playoffs entre los
Chicago Cubs vs los
Arizona Diamondbacks, volvió a mi memoria el referido incidente, así que encendí la
laptop de mi papá
[era la que tenía más a la mano... léase "me volví pecero --PC-- por circunstancia] y entré a la página host de mi otrora bitácora (
blogger).
Y pues nada.... efectivamente no había NADA, nadita, ni una pequeña referencia de lo que era la
Josefscyclopedia. Y es más tampoco quedó nada de los
Engendros de mi insomnio... NADA.
Reconozco que me "apaniqué" (Vicente Fox,
dixit)
--bien sur--. Inicialmente me invadieron las teorías conspirativas y "complotistas" que iban desde
hackers black hat, hasta... bueno,
you've got the main idea... Posteriormente me puse a leer desesperada e inútilmente cuanta página de ayuda y foros de discusión encontraba a mi paso por decenas de
websites.
Justo cuando comenzaba a sucumbir ante la desesperanza, recordé que el buscador
online más popular del mundo,
Google, tiene guardados en cache miles de millones de páginas, y en el caso de mi blog, así fue; aunque tristemente sólo pude guardar en formato HTML menos de la mitad de mis entradas...
Lo bueno de esto (claro que de esta circunstancia se puede tomar algo bueno), además de hacerme valorar lo que hago, por simple que ello sea; es que me animará a buscar otras opciones de hospedaje (ahorita el dilema està entre quedarme en
blogger o mudarme a
opiumgarden y/o
wordpress, o ya como último recurso: "
.Mac"), y lo más irónico... que me hizo tener el tiempo e inspiración para escribir de nuevo tras casi un mes de no hacerlo.
Pero ahora cantémosle, con musica de
Mozart, claro esta (K.626), a las memorias que quedaron perdidas para siempre por un error informático:
"Requiem aeternam dona ets, Domine,
et lux perpetua luceat ets.
Te decet hymnus, Deus, in Sion,
et tibi reddetur votum in Jerusalem.
Exaudi orationem meam,
ad te omnis caro veniet.
Requiem aeternam dona ets, Domine,
et lux perpetua luceat ets."