En un escrito anterior comentaba acerca de que en este país, a pesar de ya existir un reglamento sobre el consumo del tabaco, la normatividad no se cumple del todo, simplemente mmm... por puro gusto.
En los últimos meses, los legisladores de todas las fuerzas políticas han recobrado la atención del electorado debido al largo debate y cabildeo que han estado sosteniendo con las empresas tabacaleras y la industria restaurantera, debido a un proyecto de la Ley General para el Control del Tabaco [la iniciativa fue presentada desde el pasado 31 de agosto], mismo que originalmente, además de prohibir se fume en todos los espacios públicos y lugares cerrados, facultaría a la Secretaría de Salud (SSA) a proponer el aumento en los impuestos a la importación y exportación de tabaco, impedir a las empresas productoras y procesadoras de tabaco el patrocinar eventos deportivos, anunciarse en medios de comunicación, obligarlas a publicar en las cajetillas un mayor espacio de leyendas de advertencias sobre riesgos a la salud, similares a los que ya aparecen en otros paises latinoamericanos.
Sin embargo, como siempre ocurre en México, algunos legisladores decidieron velar antes por sus propios intereses, por el de las empresas del ramo, y hasta por sus adicciones, antes que velar por el bienestar general de la población y por ello, esta nueva ley, que ya fue aprobada por la Cámara Baja, tiene algunas modificaciones tales como son que las imágenes de los efectos nocivos a la salud ocupen el 30 y no el 50% del espacio de la cara frontal de las cajetillas, o que en el reverso de las mismas se coloquen las leyendas de advertencia; también se libró a las empresas de informar verídicamente de los ingredientes que contienen sus productos y de prohibirles colocar expresiones tales como "light", "bajos en alquitran", entre otros, pues según los diputados con ello "protegían el secreto industrial".
También, en beneficio de los restauranteros, se determinó que la SSA de, no cinco, sino nueve meses para que los locatarios de bares y restaurantes adapten sus espacios con el fin de que tengan "áreas 100% libres de humo de tabaco", mismas que serán previamente certificadas por esa dependencia federal, además de posponer hasta ese tiempo, la creación de la "Oficina Nacional para el Control del Tabaco" y la figura de la "denuncia ciudadana" para los casos de violación a esta nueva futura ley.
Lo que me pareció el colmo de la sesión plenaria de ayer es que algunos de estos representantes populares, entre ellos el coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Javier González Garza, Isidro Pedroza (también del PRD) y Manuel Minjares (PAN) tuvieron el cinismo de fumar dentro del Salón de Sesiones a manera de "protesta" y contraviniendo así el referido reglamento aprobado por el Legislativo en el año 2000, según el cuál, los haría acredores de un apercibimiento o hasta de una multa, de comprobárseles que han fumado en más de tres ocasiones en este edificio público, algo que no es nada difícil de comprobar.
Y por si eso fuera poco, al diputado Juan Guerra, uno de los 16 perredistas que junto con otros 16 príistas y tres panistas votaron en contra, argumentó que este nuevo dictamen no podrá ser obligatorio en todo el país, pues, a su parecer, corresponderá a los Congresos estatales decidir si aprueban esta legislación o una propia, tal y como ya hizo el Distrito Federal; así mismo, señaló que aunque la medida prohiba que se fume en todas las escuelas de educación media y superior, ello excluiría a la UNAM, por ser una institución "autónoma".
Habrá que esperar la próxima semana a que el Senado ratifique este proyecto de ley para que así, por fin, todos aquellos que NO SOMOS FUMADORES gocemos de espacios libres del dégoûtant --pardon my french-- humo del cigarro. Eso sí, no se trata de discriminar ahora a los fumadores, sino de que cada quien conviva en su espacio con la calidad de aire que desea.
Pero mucho más importante, habrá que observar que esta nueva ley sí se cumpla a cabalidad; lo que es más, estimados funcionarios de la SSA, si están buscando inspectores antitabaco, un servidor se apunta más que gustosamente.
Fuentes: La Jornada, La Crónica de Hoy, El Universal y Milenio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario