Estoy de regreso en Guanatosville para festejar el fin de año con la familia y sigo redescubriendo la fastfood jalisciense. Para empezar, he de decir que mi alma ya se encuentra en paz tras haber comido mi lonche de pierna en el mercado de Santa Tere. También me comí un biónico (fruta en rodajas con leche condensada y cereales) y unos salchipulpos que no son otra cosa que salchicas de cocktail fritas cortadas en forma de cruz que asemejan tentáculos bañadas en catsup y mostaza.
Pero he de destacar que entre las cosas que me parecen increíbles son el encontrar por lo menos en cada calle una tostadería o algún puesto de tortas ahogadas.
En las primeras, lo que venden son las clásicas tostadas de cueritos o de pata de cerdo, pero también las hay de ceviche de pescado (magníficas, por cierto); y a diferencia de lo que se acostumbra en el centro del país, aquí no hay ni de tinga ni de cochinita pibil. Y fue precisamente en la búsqueda de ese tipo de antojito que me encontré con otro lugar que llamó mi atención en sobremanera: La Taberna de Moe.
Este establecimiento, también ubicado a pocas cuadras de casa, ha cobrado relevancia en últimas fechas debido a que, no sólo se llama de forma semejante al pub que aparece en la teleserie de The Simpsons, sino que además elaboraban y comercializaban la cerveza Duff misma que tambiénaparece en el citado dibujo animado. Me di una vuelta por el local (una vieja casona) y la verdad quedé maravillado por la decoración Simpson alike, así como por su mesa de billar. Quizá lo que les faltaría es vender "llamaradas Moe".
Otro de los lugares a los que me gusta ir a comer en Guadalajara, es El Pollo Giro (Av. Manuel Ávila Camacho, en los límites de Gudalajara y Zapopan). Este local vende desde hace quien sabe cuantos años pollo rostizado estilo sinaloense acompañado de tortillas de maíz hechas a mano y una salsa martajada de jitomate, cebolla y chiles verdes picosísima, pero genial. Extraoficialmente se ha vuelto el punto de reunión de los distintos clanes Núñez para la comida dominical.
Mi visita a Guadalajara no habría estado completa sin ir a comerme una hamburguesa a las afueras de la Escuela Normal de Maestros. ¿Qué tiene de especial comer una hamburguesa en un puesto ambulante?, se preguntará el respetable. Pues bien... mmmm (Cf. cara de travesura realizada) sólo diré que son de aproximadamente 20 cm de diámetro y que uno las prepara a su gusto ¿necesito decir más?
Mi visita a Guadalajara no habría estado completa sin ir a comerme una hamburguesa a las afueras de la Escuela Normal de Maestros. ¿Qué tiene de especial comer una hamburguesa en un puesto ambulante?, se preguntará el respetable. Pues bien... mmmm (Cf. cara de travesura realizada) sólo diré que son de aproximadamente 20 cm de diámetro y que uno las prepara a su gusto ¿necesito decir más?
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