miércoles, 19 de abril de 2006

Where no man has gone before

Al Moraga en su cumpleaños.

Hace unas cuantas semanas, disertaba con Mlle. Mistery Tourist (also known as Melpómene) acerca de los mostros -sic- de la historia de la contemporánea, y de la insaciable búsqueda de la justicia. Por lo que le mencioné un viejo refrán klingon que dice así: bortaS blr jablu'Dl'reH QaQqu'nay' (Tr. La venganza es un plato que se sirve mejor frío).

Como es habitual en Melpómene, me volvió a preguntar -¿como por tercera ocasión?- si yo era fan de la serie de ciencia ficción Star Trek, y a semejanza del apóstol Pedro, lo negué [mea culpa, mea culpa (Cf. sonido de latigazos)].

Era tal el cargo de conciencia que me acerqué a mi gurú de cabecera, es decir, la Mrs. Robinson, y poco faltó para que me diera un mazapanazo... Ella, con la modulación e intención vocal que la caracterizan, y en su típico argot, me dio a entender que soy más fan que el mismo capitán Kirk -"...si le pusiste a tu perro Spock..."-, sentenció.

So, now I solemny declare for me dear e-jounal and to the world that I am a Trekker. Usando palabras del buen Salvador: "¿Así, o más ñoño?" (del latín: nonnus. en español mexicano es el término peyorativo para referirse a alguien demasiado estudioso o soso).

La saga de Viaje a las Estrellas fue creada por Gene Rondenberry, quien en 1964 comenzó a escribir y filmar los episodios piloto de lo que años más tarde se convertiría en una de las mayores series de culto en la historia de la televisión. Star Trek, the Original Series, como se le conoce hoy en día, sólo estuvo al aire por tres temporadas. La nave espacial Enterprise, del siglo XXIII tenía la misión de atravesar la galaxia para conocer y explorar nuevos mundos y civilizaciones, vino justo en el momento en que la Carrera Especial estaba en su máximo auge.

Otro de los factores por las que es reconocida fue por romper moldes. La nave tenía como primer oficial a un mestizo, y no uno cualquiera, nada más y nada menos que al señor Spock (Leonard Nimoy), mitad humano y mitad extraterrestre (vulcano); la especialista en telecomunicaciones: Uhura (Michelle Nicols), era de raza negra [recuerden que en los 60's aún había segregación racial en los USA].

El timonel: Hidaku Sulu (George Takei), japonés -recuerden también que los japoneses habían sido de los vencidos en la 2a Guerra Mundial-; el alferez: Pavel Chejov (Walter Koenig), ruso
-¿se acuerdan de la Guerra fría?-; el jefe de ingenieros: Montgomery "Scottie" Scott (James Doohan, 1920-2005), escoces; y el médico: Leonard "Bones" McCoy (DeForrest Kelly, 1920-1999), norteamericano.

Con la llegada del hombre a la luna en 1969, la serie se volvió aún más popular y comenzaron a retransmitirla y a exportarla a otros países, incluído México. Misma que se repitió en numerosas ocasiones por los canales 4, 5 y 9 de televisión abierta; y hasta la fecha en televisión de paga.

En 1976, un grupo de fanáticos de la serie se reunieron en un hotel de Nueva York para charlar de sus interés en la serie creada por Rondenberry. Fueron más de 300 en aquella oportunidad, por lo que quedaron en organizar al año siguiente una feria a la que invitarían a los actores de la serie de antaño... ellos fueron los primeros Trekkers y su feria, fue la primera Convención de Star Trek, a la que asistieron más de 10 mil personas.

Ante la efervescencia del fenómeno, y por la ola provocada por la saga de Starwars, en 1979, Paramount Pictures, lanzó a la pantalla grande Star Trek: The Movie, fue todo un éxito en taquilla, inclusive ganó dos premios Oscar.

Pero los ahora ya organizados Trekkies, no se conformaron y siguieron haciendo sus convenciones. De hecho, hoy en día se estima que se realiza al menos una reunión masiva de fans en algún lugar del mundo. Por lo que se hicieron las secuelas Startrek II: The Wrath of Khan -la más emotiva de la saga-; Startrek III: The search for Spock; Startrek IV: The Voyage Home -la más divertida-; Startrek V: The Final Frontier; y Startrek VI: The Undiscovered Country.

Con la finalidad de alcanzar a nuevas generaciones y darle mayor modernidad a la serie, en 1987 salió por TV, Star Trek: The Next Generation con el Capitán Jean Luc Picard (Patrick Steward) al frente de la astronave Enterprise D, acompañado del primer oficial, Will Riker (Jonathan Frakes); el segundo oficial, el androide Data (Brent Spiner); un jefe de seguridad klingon: Worf (Michael Dorn); y con las actuaciones especiales de Whoopi Goldberg, como la cantinera Guinan; y del entonces niño actor Will Wheaton en el papel de Wesley Crusher, hijo de la doctora de la nave, entre otros personajes.

Esta nueva serie, duró siete temporadas al aire (concluyó en 1994), y además se produjeron cuatro largometrajes, el más exitoso de ellos: First Contact, donde la tripulación del Enterprise debía evitar que una raza cibernética, los Borgs, viajaran al pasado, del siglo XXIV al siglo XXI, a conquistar la tierra. Y de paso, atestiguar al primer hombre en construir una nave espacial capaz de superar la velocidad luz (en terminología trekker: Warp speed).

De la misma manera, hubo o siguen al aire otras exitosas series televisivas de la franquicia: Star Trek: Deep Space Nine (1993- 1999), una estación espacial, en la que el capital Benjamin Cisco (Avery Brooks) -afroamericano- servía a la vez de diplomático y líder espiritual del planeta Bajor.

Star Trek: Voyager
(1995-2001), -particularmente, mi serie favorita de esta franquicia- con la capitán Katherine Janeway (Kate Mulgrew) -sip, una mujer- al mando de dicha nave que, por accidente, es enviada a 75 millones de años luz de la tierra. Su tripulación la más heterogénea de todas, consta de un indoamericano: Chacotay (Robert Beltrán); una klingon-latina: B'elana Torres (Roxann Dawson); un chino: Harry Kim (Garret Wang) [que por cierto, se parece demasiado a mi amigo de la secundaria, Luis César Aguilar] ; un canadiense: Tom Paris (Robert Duncan McNeil); un vulcano: Tuvok (Tim Russ); un holograma médico: Doctor (Robert Picardo); un talaxiano: Nelix (Ethan Phillips); y una humana asimilada por los Borg: la -wow- Seven of Nine (Jery Ryan).

Finalmente, Enterprise (2001 a 2006), una serie ubicada 80 años antes del primer viaje del capitan Kirk. En ésta última, la nave es dirigida por el capitán Jonathan Archer (Scott Bakula).

¿Por qué será tan famosa esta serie de sci-fi?
La mejor forma en que puedo explicarlo es que la filosofía trekkie, radica fundamentalmente en que una de sus premisas [a prime directive, but not The Prime Directive] es la busqueda de un futuro mejor para la humanidad, en la que el trabajo y su consiguiente producto, no son motivados por la adquisición y el incremento del capital; sino para mejorar, perfeccionar a los individuos, a los seres que les rodean, y por consiguiente, a toda la sociedad humana. Ideales considerados como comunistas por algunos, yo prefiero verlos desde una perspectiva protocristiana, en la que el ayudar al prójimo es darse a uno mismo.

Es mas, los trekkers están tan arraigados en la cultura norteamericana que, ¿saben cual fue el nombre del primer transbordador espacial de la NASA? Fue el Enterprise. El nombre se debió a la presión de los fans de Star trek quienes, en 1977, escribieron cartas e hicieron manifestaciones hasta en las afueras de la mismísima Casa Blanca. [Inserte voz en off del actor Jack Pallance] Aunque usted no lo crea.

En 1997, se produjo el documental Trekkies (ver imagen al inicio), en el que se explica el fenómeno mediológico de la saga de Star Trek en Estados Unidos, de hecho, explican que son el único club de fans que tienen registrado su nombre en el diccionario Oxford. Réntala, comprala o vela por TV, y comprenderás porque, gracias al buen Moraga -has creado un mostro, Manuel-, soy un trekkie.

Live Long and prosper!
Qapla'!

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