Pareciera ahora difícil imaginar que cuando uno quería algún artículo que se vendiese en el país del norte uno tenía tres opciones: o viajaba a gringolandia para traerlo; o se arriesgaba a entrar a Tepito y anexas para comprarlo en el mercado negro; o bien, la más "legal" de todas, ir a una tienda de "especialidades e importaciones" a adquirirlo a un precio mucho, pero mucho mayor del que realmente tenía.
En esos años de cuasiprimer mundo (antes del Error de Diciembre de 1994) donde era novedad comer chocolates milky way, caramelos nerds, el cereal del Captain Crunch y coleccionar latas de refrescos de otros países (¿verdad, Alex S?), otro de los objetos suntuarios que se hicieron muy populares fueron las tarjetas de deportistas profesionales norteamericanos; en mi caso --of course-- de béisbol.
Como buen archirequeterrecontrafan de los Bravos de Atlanta iba los viernes ya fuera a Plaza Lindavista, Plaza Satélite o al Bazar de Lomas Verdes a comprar sobrecillos de 15 tarjetas cada una de las marcas Topps u Upperdeck; o bien a intercambiar las cartas repetidas, con el fin de juntar a todos los 25 miembros de cada escuadra de las Grandes Ligas (son 30 equipos, just do the maths).
Como buen archirequeterrecontrafan de los Bravos de Atlanta iba los viernes ya fuera a Plaza Lindavista, Plaza Satélite o al Bazar de Lomas Verdes a comprar sobrecillos de 15 tarjetas cada una de las marcas Topps u Upperdeck; o bien a intercambiar las cartas repetidas, con el fin de juntar a todos los 25 miembros de cada escuadra de las Grandes Ligas (son 30 equipos, just do the maths).
El día de hoy leyendo noticias en el portal Yahoo vi una noticia que me causó asombro. Resulta ser que a alguno de los empleados de la empresa Topps tuvo la idea de hacer un fotomontaje en la tarjeta del líder de los New York Yankees, Derek Jeter. En la imagen se aprecia a un presidente George W. Bush de pie ovacionando al referido pelotero, y en la "cueva" del equipo neoyorkino, (casi en la esquina inferior izquierda) tomando un bate, a uno de sus grandes jugadores de la década de los cincuentas: el gran #7, Mickey Mantle.
Deliberado o no, ese pedacito de cartón será la sensación de los coleccionistas y de los fans del equipo más popular --sí lo admito y no me pesa decirlo-- del Rey de los Deportes.
Deliberado o no, ese pedacito de cartón será la sensación de los coleccionistas y de los fans del equipo más popular --sí lo admito y no me pesa decirlo-- del Rey de los Deportes.
¡Contemplad!
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