Pues bien (muletilla), con la novedad de que he decidido cambiarme a la nueva versión beta de blogger. En apariencia, es igual, pero ya saben como es el marketing, en especial el computacional: te prometen decenas de mejoras y demás... así que opté por darles el beneficio de la duda y migrar de una vez. Por lo pronto ya se puede, finalmente, consultar por temas, mismos que encontrarán en la barra del lado derecho.
Aprovecho la ocasión para contestar a algunas de las preguntas que me han llegado a formular sobre este sitio y que sólo he respondido de manera particular (en ocasiones más detalladamente que en otras, he de añadir).
¿Por qué decidí hacer un blog?
Aunque ustedes no lo crean, nació como un propósito de Año Nuevo en diciembre --nótese la ñoñes-- ¡Sí, así es!.
Resulta ser que hace un año, por estas mismas fechas, estuve haciendo "casting" (no encuentro un término más apropiado) para ser un reportero de la sección internacional del periódico Reforma. Obviamente no me quedé, si así hubiera sido, no estarían leyendo éstas líneas.
Después de ir a más de una decena de entrevistas en las que me pedían siempre lo mismo, es decir: redacta una noticia, elabora una agenda, contesta este cuestionario de cultura general, escribe un ensayo acerca de las cinco noticias más importantes de los ultimos seis meses, descríbe cuáles son tus puntos fuertes, tus virtudes y defectos, corrige el estilo de estas notas, ¿por qué quieres ser reportero?, etc... en la última entrevista, la única que fue ligeramente distinta, la chica con la que me entrevisté me dijo "escribes muy bien, pero tardas demasiado" (Cfr. inserte el respetable el sonido de un yunque cayendo sobre la cabeza de un servidor).
No puedo decir que hirieron mi orgullo, todo lo contrario me abrió los ojos puesto que efectivamente me había tardado cerca de 3 horas en cada "casting" cuando en promedio, los demás "concursantes" lo hacían en 2 horas y media, y mi trabajo de todos los días siempre es contra reloj.
Por ello, inicié un autoanálisis cuya conclusión fue que necesitaba ponerme a redactar más seguido de lo que fuera. Esa misma mañana había leído sobre el exponencial crecimiento de los blogs, mismos a los que yo me mostraba renuente de consultar.
Decidí probar con un primer post, al cual no le veía mayor importancia. Ese mismo día inició el "furor de la inspiración". Primero escribí acerca del filme que estaba por estrenarse: Las Crónicas de Narnia para enviárselo a mis amigos y familiares, y para precisar sobre el origen cristocéntrico de la obra.
Seguí con las reseñas de otras dos películas que acababa de ver y me habían gustado mucho: Le Chiavi di Casa y Père et Fils. El resto ya es historia.
¿Por qué se llama "Los engendros de mi insomnio"?
Esa es una respuesta larga. Primeramente debo precisar que el nombre de esta bitácora no es "Los engendros..." sino la "Josefscyclopedia".
Uno de los "discípulos de mi nepotismo", el señor Jobs, junto con otra querida discípula, hoy cariñosamente llamada diccionario, tuvieron a bien decirme un día que era una "Enciclopedia... con patas". Al principio sí me molestó el término no sólo por lo de las "patas", sino porque no considero, ni espero ser, un "intelectual" o peor aún: un "intelectualoide". Al poco tiempo, no sólo lo tomé con filosofía, sino que le agarré cariño.
Por ello, cuando estaba pensando en un nombre, lo primero que vino a la mente fue el sobrenombre que mis queridos hijos espirituales me pusieron, pero, con una adaptación al estilo Wikipedia.
Aprovecho la ocasión para contestar a algunas de las preguntas que me han llegado a formular sobre este sitio y que sólo he respondido de manera particular (en ocasiones más detalladamente que en otras, he de añadir).
¿Por qué decidí hacer un blog?
Aunque ustedes no lo crean, nació como un propósito de Año Nuevo en diciembre --nótese la ñoñes-- ¡Sí, así es!.
Resulta ser que hace un año, por estas mismas fechas, estuve haciendo "casting" (no encuentro un término más apropiado) para ser un reportero de la sección internacional del periódico Reforma. Obviamente no me quedé, si así hubiera sido, no estarían leyendo éstas líneas.
Después de ir a más de una decena de entrevistas en las que me pedían siempre lo mismo, es decir: redacta una noticia, elabora una agenda, contesta este cuestionario de cultura general, escribe un ensayo acerca de las cinco noticias más importantes de los ultimos seis meses, descríbe cuáles son tus puntos fuertes, tus virtudes y defectos, corrige el estilo de estas notas, ¿por qué quieres ser reportero?, etc... en la última entrevista, la única que fue ligeramente distinta, la chica con la que me entrevisté me dijo "escribes muy bien, pero tardas demasiado" (Cfr. inserte el respetable el sonido de un yunque cayendo sobre la cabeza de un servidor).
No puedo decir que hirieron mi orgullo, todo lo contrario me abrió los ojos puesto que efectivamente me había tardado cerca de 3 horas en cada "casting" cuando en promedio, los demás "concursantes" lo hacían en 2 horas y media, y mi trabajo de todos los días siempre es contra reloj.
Por ello, inicié un autoanálisis cuya conclusión fue que necesitaba ponerme a redactar más seguido de lo que fuera. Esa misma mañana había leído sobre el exponencial crecimiento de los blogs, mismos a los que yo me mostraba renuente de consultar.
Decidí probar con un primer post, al cual no le veía mayor importancia. Ese mismo día inició el "furor de la inspiración". Primero escribí acerca del filme que estaba por estrenarse: Las Crónicas de Narnia para enviárselo a mis amigos y familiares, y para precisar sobre el origen cristocéntrico de la obra.
Seguí con las reseñas de otras dos películas que acababa de ver y me habían gustado mucho: Le Chiavi di Casa y Père et Fils. El resto ya es historia.
¿Por qué se llama "Los engendros de mi insomnio"?
Esa es una respuesta larga. Primeramente debo precisar que el nombre de esta bitácora no es "Los engendros..." sino la "Josefscyclopedia".
Uno de los "discípulos de mi nepotismo", el señor Jobs, junto con otra querida discípula, hoy cariñosamente llamada diccionario, tuvieron a bien decirme un día que era una "Enciclopedia... con patas". Al principio sí me molestó el término no sólo por lo de las "patas", sino porque no considero, ni espero ser, un "intelectual" o peor aún: un "intelectualoide". Al poco tiempo, no sólo lo tomé con filosofía, sino que le agarré cariño.
Por ello, cuando estaba pensando en un nombre, lo primero que vino a la mente fue el sobrenombre que mis queridos hijos espirituales me pusieron, pero, con una adaptación al estilo Wikipedia.
Ahora bien, sobre "los engendros de mi insomnio" puedo decir que, como es de muchos sabido, debido a mi sui generis ritmo de vida, mis horarios de sueño son algo diferentes, y en tres ocasiones también he llegado a padecer de insomio por tiempo prolongado. Eso sumado a que, a menos que esté viajando en auto o verdaderamente exhausto, mi sueño es muy ligero y me despierto con mucha facilidad; además de que generalmente en las noches es cuando se me vienen a la mente más ideas.
Si tienen alguna otra pregunta que les gustaría ver contestada en esta sección, ya lo saben, no duden en escribir.
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