"Tu dices que la gente no necesita a un salvador (con minúsculas); pero en todas partes yo escucho que ruegan por uno", le dice Kal-El (Superman) a Louise Lane, cuando ésta le reprocha su ausencia de cinco años no sólo del planeta tierra, sino también de su vida.
Tras cerca de 13 años de espera, la muerte de Christopher Reeve; una serie de televisión exitosa: Smallville; muchos rumores como el de que el actor que se iba a poner la capa roja y mallas azules iba a ser Nicolas Cage; y nombres de directores que desfilaron como Tim Burton (Batman), Oliver Stone (Natural Born Killers), Wolfgang Petersen (Troy) o Brett Ratner (X-Men 3), finalmente, Superman regresó a la pantalla grande.
Bajo la batuta de Bryan Singer (X-Men 1 & 2), Superman Returns se ubica, en la temporalidad de la saga iniciada por Reeve, un lustro después de los hechos ocurridos en Superman II, donde el general Zod y sus secuaces atacan el planeta Tierra y donde el Último Hijo de Kripton, con la ayuda involuntaria de Lex Luthor, finalmente los vencen.
Este nuevo filme comienza haciendo un merecido homenaje a sus predecesoras. Desde la presentación de los créditos y el inolvidable leit motif compuesto por John Williams; una nave espacial también idéntica a la de los largometrajes ochenteros que se estrella como un meteorito en Smallville; un breve flashback a la adolescencia del héroe; hasta la resurrección, virtual, del actor Marlon Brando en el papel de Jor-El.
Así, Singer inicia el desarrollo de una trama, convenientemente situada en el año 2006 (lo que se traduce en que el superhéroe no estuvo en la tierra para evitar los atentados del 11 de septiembre) en donde vemos a un Clark Kent con una creciente crisis de identidad: ha regresado de un infructuoso viaje en busqueda de los restos de su planeta Kripton; Martha Kent, su madre, va a vender la granja en la que creció; debido a su ausencia, perdió su trabajo como reportero del Daily Planet, por ende también a Louise Lane; y para rematar, el mundo que antes lo adoraba, ya superó su ausencia.
El protagonista entonces busca recuperar parte de su viejo estilo de vida (incluidos los anteojos y la torpeza características de su alter ego terrícola) iniciando con su fuente laboral, y claro, como buen periodista, se encamina a investigar qué ha sido de su amor imposible en estos cinco años, y todo para enterarse de que ésta (Louise) ya es madre de un vástago de cinco años de edad con debilidades para respirar (asmático), que vive en unión libre y que va a recibir el premio Pullitzer ―háganme el favor― por un ensayo titulado "Porque el mundo no necesita a Superman".
Hay secuencias de acción verdaderamente geniales, como la del avión que cae a tierra en pedacitos, y donde el Hombre más rápido que una bala y más poderoso que una locomotora salva el día, y a la dama en problemas, claro, justo en el campo de un estadio de béisbol (cliché).
El responsable de llenar las botas de Reeve, es Brandon Routh, quien hace un papel... decente; sin embargo, no he de poder evaluar su desempeño actoral dado que lo que hace en pantalla es, en escencia, una interpretación del Superman de Reeve, comenzando con su parecido físico al del finado actor.
Kevin Spacey (American Beauty, Sev7n) interpreta al archienemigo, Lex Luthor, y lo hace de una manera increíble, aunque poco ligada tanto a la versión de su precedesor, Gene Hackman, como a la que se lee en las tiras cómicas; eso sí, cargada de un humor ácido y sarcástico, vaya, magistral cual debe ser.
En el protagonista femenino, la hermosa Kate Bosworth, a diferencia de Routh, no intentó copiar el modelo de Margot Kidder, y que bueno que no lo intentó. La nueva Louise Lane dista de ser la clásica damisela en problemas (de hecho, ella rescata al hombre de la gran "S"
en una ocasión).
Y aunque la escena en donde ella y Kal-El vuelan carece de la magia que tuvo aquella icónica de la primer cinta, Bosworth supo sacar provecho de otras escenas en la que, a pesar de la aparente falta de tensión entre ambos personajes, ella es simplemente magnífica. Por otra parte, el que no sorprende ni por su presencia (es un favorito del director), ni por su actuación en el filme es James Marsden (Cyclops, de X-Men).
A lo largo del filme, se abunda en el recurso de los gags o chistes relativos a las diversas interpretaciones del personaje en cartoons o series de TV, como de distintos e identificables cameos a imágenes célebres del comic. Por ejemplo, la clásica en que Superman, El Hombre de Acero, levanta un auto (Superman in Action Comics #1); y que decir de ese homenaje que hacen con una portada del Daily Planet a otra historieta que se publicó un 18 de noviembre de 1993, es decir, la muerte de Superman (Superman #75).
Sí, Superman está de regreso y de una forma más humana, ya no es invencible; más cercana al nuevo American way of life del siglo XXI. Ah, algo más, junto con... algo que, al menos hasta ahora, es imposible concebir en los comics.
Una pista: parafraseando un diálogo de Starwars... "If Kal-El would have any offspring... they'll be a threatening for Lex".
A lo largo del filme, se abunda en el recurso de los gags o chistes relativos a las diversas interpretaciones del personaje en cartoons o series de TV, como de distintos e identificables cameos a imágenes célebres del comic. Por ejemplo, la clásica en que Superman, El Hombre de Acero, levanta un auto (Superman in Action Comics #1); y que decir de ese homenaje que hacen con una portada del Daily Planet a otra historieta que se publicó un 18 de noviembre de 1993, es decir, la muerte de Superman (Superman #75).
Sí, Superman está de regreso y de una forma más humana, ya no es invencible; más cercana al nuevo American way of life del siglo XXI. Ah, algo más, junto con... algo que, al menos hasta ahora, es imposible concebir en los comics.
Una pista: parafraseando un diálogo de Starwars... "If Kal-El would have any offspring... they'll be a threatening for Lex".
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