16 de septiembre. Aniversario de la proclamación de la Independencia de mi país. Lo curioso es que el festejo más importante se realiza a las 11 de la noche del día anterior, todo porque el entonces presidente, general Porfirio Díaz Mori (1877-1880; 1884-1911), dado que era su cumpleaños el día 15, decidió, como dice el dicho popular: "matar dos pájaros de una pedrada".
Por lo que desde ese entonces se da "el grito de independencia" horas antes de la proclamación original hecha por el Padre de la Patria, el sacerdote católico liberal , Don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallana Mondarte Villaseñor (así era su nombre completo) frente al atrio de la Parroquia de Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Hace un año estaba con mis amigos en el puerto de Acapulco, y a las 00:30 horas aproximadamente cumplí uno de mis "things you must do before you die" (cosas que debes hacer antes de morir), es decir: saltar en bungee... y literalmente, tanto un servidor, como los comparsas, literalmente emulamos el rostro de la célebre pintura, recién recuperada, de Edvard Munch (llamada El Grito).
Datos: La plataforma de Acapulco para este deporte extremo tiene 50 metros de altura y se sube por un elevador bastante lento que sólo prolonga la agonía. Está situado frente a la playa Condesa del puerto, y justo bajo la grúa hay una alberca. Es operada como franquicia de la empresa neozelandesa AJ Hackett Bungee. Los dejó con las fotos, cortesía de Ana.
Observad la grua que en toda su plenitud.
Justo antes de saltar.
Mientras, abajo, los amigos expectantes (estaban en contra de que saltara, por cierto).
Hace un año estaba con mis amigos en el puerto de Acapulco, y a las 00:30 horas aproximadamente cumplí uno de mis "things you must do before you die" (cosas que debes hacer antes de morir), es decir: saltar en bungee... y literalmente, tanto un servidor, como los comparsas, literalmente emulamos el rostro de la célebre pintura, recién recuperada, de Edvard Munch (llamada El Grito).
Datos: La plataforma de Acapulco para este deporte extremo tiene 50 metros de altura y se sube por un elevador bastante lento que sólo prolonga la agonía. Está situado frente a la playa Condesa del puerto, y justo bajo la grúa hay una alberca. Es operada como franquicia de la empresa neozelandesa AJ Hackett Bungee. Los dejó con las fotos, cortesía de Ana.
Observad la grua que en toda su plenitud.
Justo antes de saltar.
Mientras, abajo, los amigos expectantes (estaban en contra de que saltara, por cierto).
En camino hacia el vacío, bueno, más bien hacia la alberca, que desde arriba se veía del tamaño de la palma de mi mano.
Postdata: Por razones obvias, para saltar no llevaba mis lentes (anteojos) por lo que no podía ver gran cosa a más de dos metros de distancia; en caso contrario, créanme que el terror me habría paralizado; más aún siendo el único de los siete que íbamos a saltar que estaba sobrio.
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